sábado, 6 de octubre de 2012

A Roma con Amor (Woody Allen)









“El adoraba Nueva York, la idolatraba de un modo desproporcionado”. Así comienza una de las películas más importantes en la historia del cineasta Woody Allen, Manhattan,  que sin saberlo se convertiría en una frase que presagiaría todos sus años posteriores. Claro, amaba Nueva York, pero durante los últimos años, comenzó a amar a Barcelona, París, Londres, y ahora ultimo, Roma. 

Caminé con ansias hacia la sala número 9 del cine, pero me encontré con una sorprendente fila de personas que esperaban con la misma ansia mía, ocupar una butaca en buena ubicación y ver, por fin, “A Roma con Amor”.

Con una sala llena, desde jóvenes hasta ancianos, comenzaban a proyectarse las primeras imagines de la Ciudad Eterna, la cual abrazaba 4 historias independientes entre si. Por un lado se estaba la historia de un arquitecto muy famoso que comienza a recorrer las calles de Roma, recordando sus años de juventud, cuando de repente se  encuentra con su pasado y la historia de amor y pasión que vivió en algún momento. Mientras tanto la vida de un italiano común y corriente es interrumpida por una repentina fama, siendo hostigado y perseguido por los periodistas en cada uno de sus movimientos, por mas comunes que estos fueran, ridiculizando de esta manera a las celebridades de la actualidad. Por otro lado una pareja provinciana y recién llegada a Roma, llena de sueños e ilusiones, es atrapada por una serie de sucesos tragicómicos, que los distancia durante un día haciéndolos vivir aventuras amorosas pasajeras. Y por ultimo, se encuentra una joven pareja que se conoce en Roma, ella estadounidense y él, un autentico italiano, a quienes deciden ir a visitar los padres de ella. Aquí es donde aparece Woody Allen, con sus tan característicos movimientos y su personalidad neurótica y algo histérica. Este, ya jubilado trata de comenzar un nuevo negocio al querer llevar a la fama como cantante de opera a su consuegro, lo cual genera diversas situaciones cómicas en la familia.

Si bien es una película que logra entretener, en la que es posible reconocer la ironía común en Allen y los buenos diálogos, no logra ponerse al nivel de sus grandes obras. Le falta algo de consistencia y  firmeza a las historias, a ratos parece un tanto predecible y repetitiva. Posee esos giros que hacen que la historia se convierta un pocomás bizarra de lo que puede ser, pero no logran estar al nivel del Woody Allen de antes.

Y a pesar de lograr entrar al grupo de las buenas películas que ha hecho en los últimos años como Match Point, Vicky Cristina Barcelona y Midnight in Paris, Woody no pierde el encanto ni el talento. Siempre se agradece  el poder ver en una sola película hermosos paisajes de lugares envidiables y una gamada de actores tan reconocidos como nuevos talentos.






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